Las maravillas que ofrecía el jardín
de aquel hotel era una invitación inmediata a la aventura. Así que poco después
regresé a visitar el lago y a hospedarme una noche, casi no podía esperar a que
llegaran las tenues luces del firmamento acompañadas de una luna brillando
sobre mi gigante, que apacible dormiría lleno de secretos. Llegué un poco
después de mediodía para registrarme, tal como lo esperaba, desde el lobby
podía percibir la vibra del lugar. Me asignaron una habitación y me acompañaron
hasta ella, gesto que agradecí antes de abrir la puerta y quedarme perpleja y
maravillada por la habitación.
La cama se veía enorme y cómoda,
mi primera intención fue lanzarme en un clavado hacia su inmensidad. Después de
cerrar la puerta, tomé un poco de velocidad y me lancé brazos abiertos, y como
si hubiese sido recibida en un abrazo, el sueño me invadió inmediatamente.
Decidí tomar una siesta antes de prepararme para la noche. Desperté pocas horas
después, me sentía ligera como si alguien se hubiese dedicado a darme un
masaje, me moví entre la suavidad y el confort de las sabanas. Después dejé mi
estado de comodidad para dar un paseo por las grandezas del jardín, como lo
había planificado. Salí de la habitación y caminé hacia sus jardines, la biodiversidad fue la primera en darme la bienvenida con sonoridad plena.
Como lo había imaginado,
precisamente había un cielo despejado que me permitía ver una multiplicidad de
destellos brillantes sobre mi cabeza, y una luna, que era la de octubre, una
belleza naciente, reflejada y vista por los ojos de mi gigante apacible, el
Lago de Atitlan.
Fue entonces cuando unos pasos
llamaron mi atención, realmente no pensé que alguien pudiera acompañarme esa
noche. Su sombra caminó a mi lado y se perdió en los primeros matorrales al
lado izquierdo. Al principio pensé que mi imaginación me había jugado una
broma, así que decidida seguí a la sombra para develar el misterio, cuál sería mi sorpresa, se trataba de quien menos esperaba... les contaré a la próxima, sobre mis mejores aventuras en Lago de Atitlan.